RECUPERANDO LA “NUEVA” NORMALIDAD TRAS EL COVID
Desde julio del año pasado, no ha habido un solo mes que no haya tenido que trabajar, para ayudar a personas a recuperar su autonomía y su vida después de un ingreso hospitalario en UCI a consecuencia del Covid.
Mis familiares y amigos se sorprendían al inicio y me preguntaban qué era lo que les pasaba al salir de la UCI para que yo tuviese tanto que trabajar con ellos.
Todos nosotros el año pasado, pensábamos que esas personas solamente sufrían secuelas pulmonares, que necesitarían de rehabilitación respiratoria por parte de nuestros compañeros fisioterapeutas, cosa que por supuesto, necesitan en mayor o menor medida, según la gravedad de su proceso y el tiempo en la UCI, pero no sabíamos mucho más.
Ahora bien, os cuento lo que yo me encontré.
Me encontré con personas que habían perdido completamente su autonomía para tareas tan básicas como comer, asearse, bañarse o vestirse, muchos de ellos incluso andar o ponerse de pie. Un gran porcentaje de ellos tenían temblores esenciales tan incapacitantes que no podían llevarse la cuchara a la boca, afeitarse, maquillarse, o abrocharse botones; Todos presentaban pérdida de masa muscular generalizada, acompañada de una gran debilidad que les impedía realizar casi cualquier actividad sin que apareciese rápidamente fatiga muscular, disnea, taquicardias o todas ellas.
Los supervivientes de Covid tras uno, dos o tres meses intubados y tumbados en una cama, al alta, padecen un cuadro clínico diagnosticado como “Polineuropatía del paciente crítico”, por la cantidad de secuelas que presentan.
Algunas de ellas son; Grandes dificultades de deglución, problemas relacionados con el habla y la fonación; problemas de movilidad a consecuencia del inmovilismo tan prolongado, la pérdida de peso y de masa muscular, alteraciones de la sensibilidad, acusadas a nivel distal en manos y pies, déficits de atención y/o concentración, anosmia y/o ageusia, que son la pérdida del olfato y el gusto, o alteraciones en las mismas, y por supuesto una gran pérdida de autonomía.
Estas son en líneas generales (siempre que no hayan surgido otras complicaciones durante el proceso) las secuelas que nos vamos a encontrar en personas que han estado ingresadas largos periodos de tiempo con estancias prolongadas en cuidados intensivos.
Con todo esto, solo pretendo contextualizar lo necesaria que es la rehabilitación al alta, tras este tipo de procesos.
La Fisioterapia, la Logopedia, la Neuropsicología y la Terapia Ocupacional, son pilares fundamentales con los que contar, al iniciar esta carrera de fondo para recuperar el proyecto de vida previo.
Yo os voy a hablar desde mi área de trabajo de la Terapia Ocupacional, para contaros, en qué podemos ayudaros.
Tras una valoración exhaustiva en la que se identifican las necesidades terapéuticas de la persona y de su entorno, se establecen conjuntamente con el participante y la familia, cuáles son los objetivos y prioridades. A continuación, se elabora un programa rehabilitador bien en el domicilio o en el Centro, en el que siempre buscaremos recuperar la autonomía y alcanzar la máxima calidad de vida.
Trabajaremos para mejorar la movilidad, la funcionalidad, recuperar las rutinas y los roles de cada persona previos a la enfermedad. Utilizando la actividad como medio y como fin en sí mismo para conseguirlo, y empleando diversas técnicas rehabilitadoras basadas en la evidencia científica actual.
El equipo de TO2 esperamos poder ser las personas encargadas de daros luz y acompañaros durante todo el proceso.
Marina Maqueda Llácer.
Terapeuta Ocupacional.
N.º. Col. CAM0252
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